La Iglesia Parroquial de San Agustín se construyó sobre los restos de la antigua mezquita en 1501 cuando los mudéjares se convierten al cristianismo y el papa Julio II establece la creación de las parroquias del Valle de Ricote, sufriendo diversas modificaciones y ampliaciones en épocas posteriores. Debido al continuo aumento de población, la Orden de Santiago acuerda la necesidad de construir un nuevo templo cuya edificación se concluye en 1772.

La iglesia de estilo barroco, declarada bien de interés cultural con categoría de monumento, es de planta rectangular, con tres naves, siendo la central más alta. Posee un crucero que destaca en altura, con cúpula sin linterna. En las naves laterales encontramos hornacinas para albergar diversas imágenes. La nave central tiene bóveda de cañón con lunetos y resaltada con molduras, estando decorada pictóricamente como puede observarse a través de las catas realizadas en una intervención de restauración en la que también se recuperaron íntegramente unas interesantes pinturas de arquitectura fingida, del siglo XVIII en el brazo del crucero en el lado de la Epístola atribuidas a Pablo Sístori y de comienzos del siglo XIX en el frontal de la nave lateral, junto al lado del Evangelio. Al exterior, la fachada principal, de sobria decoración, presenta unos entrepaños enmarcados con molduras salientes, destacando en el cuerpo superior una hornacina que aloja una imágen de San Agustín, Patrón del municipio. 

Entre las imágenes del interior destacan las de los Santos Patronos, San Agustín y la Stma. Virgen de la Cabeza (es posible que la primera imagen de devoción fuera un cuadro y que posteriormente se encargara la imagen en el s. XVII con la aportación económica de varios vecinos), las de los primeros patronos de la villa, los Santos Felipe y Santiago (ambas del s. XVI), así como un Crucificado (s. XVI-XVII), Virgen de los Dolores (s. XVIII, atribuida al taller de Francisco Salzillo, 1707-1783), la Virgen del Rosario (firmada por Francisco Sánchez en 1888, al parecer Sánchez Araciel, 1851-1918), Nuestro Padre Jesús Nazareno, San José (s. XIX), Inmaculada (s. XVIII), San Antonio (s. XVIII), San Luis Gonzaga (s. XIX), San Juan Evangelista (de Manuel Carrillo Marco, 1915-1988), Sagrado Corazón de Jesús (s. XX), Cristo de la Luz (de Álvaro Flores Rojas, 2012), etc.