Las hijas de Santa Clara fueron las primeras que habitaron el Monasterio de la Encarnación. Se trataba de la única fundación conventual que había en Murcia en el siglo XVII. El mecenazgo de Juan José de Austria le valió el ser considerado Real Patrimonio, lo que sin duda influyó en el breve plazo de construcción, su carácter monumental o las trazas de la iglesia, que concluyeron en el XVII.
Lo que ahora es la calle de las monjas y que antiguamente se denominaba Camino Real dividía el convento en dos partes, una dedicada al claustro, las habitaciones, refectorio, sacristía y enfermería, en la otra se encontraban las zonas de servicio tales como lavaderos, huerto o baños.
Posteriormente, en el siglo XVIII se construyeron otras dependencias como la hospedería y la Casa de los Donados.
Pueden visitarse la iglesia y la torre, el resto pertenece al recinto de clausura.
Las hermanas clarisas realizan dulces que venden a través del torno.
Barroco
Siglo XVII
Convento
Mañanas de 10:30 a13:30 horas.
Tardes de 16:30 a 18:00 horas.
Llamando a la Oficina de Turismo.