El origen de esta almazara se remonta al s. XVII y su uso para la producción de aceite se prolongó hasta mediados del s. XX. Está situada junto al callejón del Cantón y los restos hallados han sido musealizados dentro del recinto de un jardín que lleva su nombre. Se conservan dos ejes de prensado, dos molinos troncocónicos, varios fragmentos de otros, un ara para el prensado de los confines, varios fragmentos de la solera y otros elementos tallados en la roca. El proceso para la obtención del preciado líquido, comenzaba echando la oliva a la tolva y de ahí pasaba a la muela donde se trituraba la oliva y se hacía una pasta que se ponía en cestos y se prensaba, allí se separaba la parte líquida de la sólida. Posteriormente se sometía el líquido resultante a un proceso de decantación para poder depurarlo y guardarlo en contenedores.

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Desde este jardín se puede disfrutar de unas magníficas vistas de la huerta de Cieza.