El Parque Arqueológico del Molinete, uno de los más grandes de Europa en ámbito urbano, es el resultado de la reforma urbanística realizada en 2008, recuperando así para espacio público ajardinado de la ciudad el antiguo barrio del mismo nombre, que se había ido degradando a lo largo de los siglos.

En el parque se han integrado todos los restos de las diferentes ocupaciones que ha tenido el cerro a lo largo de la historia:

- Del periodo de fundación de la ciudad cartaginesas se conservan la estructuras de la primera muralla de la ciudad que, al igual que en el tramo que se conserva en yacimiento conocido como Muralla Púnica, estaba formada por dos paños paralelos con tirantes que formaban las casamatas.

- También de origen púnico es el Templo de Atargatis, aunque en época romana fue remodelado, momento al que corresponde el suelo decorado con mosaico e inscripción salutatoria. El texto en latín dice Atargate salud et eo melius, cuya traducción corresponde a “Atargatis, salud y tanto mejor”.

- Presidía la colina un Templo Itálico del S.II a. de C. al que se accedía a él a través de la gran escalinata monumental y unos accesos en rampa que quedan fosilizados por el actual acceso al parque. Para su construcción y accesos se aprovecha el sistema aterrazado helenístico existente que se refuerza con muros de un metro de anchura forrados en piedra andesita

- Al siglo XVI corresponde la construcción de una muralla adecuada a las necesidades de la artillería pirobalística, la Muralla del Deán, con torreones circulares y casamatas.

- El nombre del cerro le viene dado por las estructuras que hoy aún se conservan corresponden a dos molinos de cereal, que aprovechando la altura y alineados con la bocana del puerto captaban fácilmente los vientos para su funcionamiento.

- Durante la guerra civil, la ciudad de Cartagena, como base naval republicana, fue objetivo prioritario de los bombardeos. Para proteger a la población civil se construyeron una red de refugios que aprovechaba la topografía de la ciudad. De los excavados en esta colina se encuentran dos accesos de entrada en el recorrido del parque.

En lo que se refiere a la botánica, las especies arbóreas son autóctonas y de escasa necesidad hídrica, (lavanda, romero, esparto, olivos y cipreses) plantadas en las diferentes zonas de descanso, que favorecen el aspecto en cada época del año, creando también amplios miradores y terrazas con el aliciente de las magníficas vista panorámicas de la ciudad que se disfrutan desde la cima del cerro.